Los científicos dicen que estamos hechos de átomos pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias (Eduardo Galeano)
La psicoterapia es una técnica pero sobre todo tiene que ver con una relación sincera, basada en el respeto y la honestidad, entre dos personas (un profesional y una persona que acude a consultarlo) en un espacio cuidado para que ayude a pensar.
La terapia ha de centrarse necesariamente en el cliente de manera individualizada y singular.
En función de sus necesidades adaptamos nuestros conocimientos con el propósito de una mejora en la calidad de vida de la persona, a través de un cambio en su conducta, actitudes, pensamientos y/o afectos.
Concebimos nuestro trabajo desde una buena valoración y exploración psicopatológicas necesarias para poder llegar a un diagnóstico clínico si fuera el caso y desde allí, abordar las necesidades particulares de cada caso.
Considereramos que la persona es un agente activo en el proceso de cambio y donde la responsabilidad juega un importante papel para que uno pueda comprometerse a desarrollar todo su potencial. El cambio sin esfuerzo no es posible.
Otro aspecto fundamental para nosotras es estar en permanente formación y supervisión. La mente humana es algo tan complejo que hay que seguir aprendiendo para poder ofrecer siempre el mejor servicio posible.
En resumen, concebimos nuestro esquema conceptual dentro del paradigma humanista-existencial y la psicoterapia dinámica e interpersonal.
“La relación terapéutica es el corazón mismo de la psicoterapia, y es el vehículo a través del cual ocurren los cambios terapéuticos (Greben)”.