EL PROCESO TERAPÉUTICO
20-03-2017
Viktor Frankl. Terapia es hacer al otro libre pero también responsable.
Iniciar un proceso terapéutico es hablar de sentimientos encontrados. Por un lado, uno sabe que va a tener que hacer un ejercicio de mirar hacia adentro, encontrando miedos y angustias; pero por otro lado, es hablar de esperanza, de querer cambiar para vivir de una forma más vital y satisfactoria. Es un camino que despierta ambivalencia, pero que no se hace en solitario. El terapeuta juega su papel para acompañar al sujeto y guiarlo en esa aventura.
Al iniciar un proceso terapéutico, no nos atrevemos a decir un número exacto de sesiones. La certeza que tenemos es que vamos a trabajar para que sean las menos posibles pero todas las necesarias.
Un proceso terapéutico va unido a unas metas generales: la desaparición del síntoma y el alivio del dolor, facilitar el crecimiento personal y cambiar rasgos disfuncionales del carácter.
La psicoterapia es un proceso gradual en el que el terapeuta va conociendo al paciente tan completamente como sea posible. Naturalmente, queremos conocer el pasado del sujeto, no para buscar cadenas causales, sino porque nos brinda la capacidad de empatizar, saber qué ha vivido para poder entender su presente; y desde allí poder influenciar y provocar cambios en el aquí y el ahora. El aquí y ahora se refiere a los acontecimientos inmediatos de la sesión terapéutica, pero eso mejor lo explicamos en otro post.
Cada caso es único y no existe un protocolo estandarizado para todos los casos. Evidentemente, hay partes comunes en todos los casos como la fase de exploración, luego, como dice Irving Yalom, “el terapeuta debe esforzarse para diseñar una terapia a medida de cada sujeto”.
El proceso terapéutico da para muchos párrafos más, por eso nos encantaría oír y poder responder si tienes preguntas o dudas al respeCto.